Hagamos rentable este bló

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A ver si con esto me suben los ánimos frente a la crisis, queridos tres lectores (y como estoy en el desánimo, copypasteo de Periodista Digital, que ha su vez copypastea de muchos otros webs)


El fenómeno de los blogs se ha convertido en Estados Unidos una opción laboral y una fuente de ingresos para miles de personas que cuentan con un ordenador, acceso a internet y una opinión sobre algún tema de interés.

Según datos del 'Wall Street Journal', en EE.UU. existen 20 millones de blogueros, de los cuales 1.7 millones obtienen beneficios económicos por su trabajo, mientras que 452.000 han hecho de este nuevo oficio su principal fuente de ingresos (ESTA BLOGGER, AL ESTILO MONSI, NO PUEDE EVITAR UNA CARCAJADA PLAGADA DE ILUSION).

La mayoría de los blogueros son profesionales bien cualificados: tres de cada cuatro ostenta un título universitarios (YO OSTENTO ADEMÁS DOS MAESTRÍAS, ¿SIRVEN DE ALGO?). "Si la prensa representa el cuarto poder, los blogs son el quinto", menciona el diario estadounidense recogido por Expansión (COPYPASTE DEL COPYPASTE, NOMBRE!!! ASÍ ES INDUDABLE QUE HAREMOS RENTABLE EL BLÓ).

Este fenómeno social y cultural, que comenzó para algunos como un pasatiempo y para otros como una especie de "colaboració virtual", se ha convertido en toda una nueva oportunidad de negocio, no sólo para los medios en la web, los periodistas o los profesionales que trabajan en la industria de la información, sino para empresas que cada vez más dependen de la opinión de un bloguero como estrategia de marketing. Un bloguero puede ser contratado como "vocero virtual" para opinar y promover una marca (O SEA???????????? ESO ES PERIODISMO???????? YA NO ENTENDI).

El 2 por ciento de los blogueros que obtienen un beneficio económico por colgar su opinión en la red y son capaces de generar en promedio 100.000 visitas mensuales a su blog, alcanzan a percibir un ingreso de 75.000 mil dólares al año (NADA MAL, PERO NO ESTOY LISTA PARA PROMOVER MARCAS, A MENOS QUE SEA SONY, JAJAJAJA).

Según cuenta Soitu.es sobre el perfil del bloguero norteamericano:

"Es el de un hombre blanco de 37 años de media y que gana unos 55.000 dólares al año. Sin embargo, los profesionales cuya ocupación principal es escribir en una página personal o blog pueden ganar sueldos mucho mayores. Se trata de autores que colaboran en páginas de empresas y grandes compañías o escritores que han sustituido la figura de columnista en un periódico para compartir sus opiniones desde un blog en la edición digital. Según el servicio de clasificación de blogs Technorati, algunos de estos afortunados pueden ganar hasta 200.000 dólares al año"

En general, un buen post está cotizado en el mercado estadounidense entre los 75 y 200 dólares. Hay los que comienzan ganando 80 dólares, pero existe un subgrupo de blogueros profesionales que trabajan para grandes empresas como consultores o escritores profesionales de opinión y pueden ganar entre 45.000 y 90.000 dólares en un año (MMMMMMH, ME RETRACTO: YO KIEROOOOOOOOOOOOOOOOO).

Para que un blog sea redituable, no sólo debe ser original, también debe contar con un modelo económico de publicidad on-line. Las ganancias de un blog mantienen una relación proporcional con el número de "clicks" que un consumidor haga en la publicidad.

Si bien esta nueva profesión se ha convertido en la válvula de escape ante la crisis para algunos periodistas, escritores o profesionales, también presenta desventajas a nivel laboral.

Los blogueros no cuentan con ningua prestación social, trabajan muchas horas frente al ordenador (lo que puede dañar su salud), son considerados trabajadores "freelance" y como tales la empresa no se ve obligada a pagar los beneficios y no paga impuestos.

Lo cierto es que esta nueva industria, cuyas barreras de entrada permiten a cualquiera ser parte del negocio, está remplazando a la oleada de periodistas sin empleo que han sido despedidos por la prensa de papel. "Esta nueva fuerza de trabajo que publica su opinión en línea, está en expansión y pronto remplazará a otras profesiones", opina el WSJ (LOS PERIODICOS NO OPINAN ¡COÑO!).

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