La incertidumbre del periodista

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Hablo con amig@s y (ex)aluN@s, veo y escucho y testimonio sus incertidumbres, sus confusiones, sus decepciones o sus ilusiones frustradas en torno a este oficio tan maravilloso como atormentador.

Quisiera ayudarles, quisiera infundirles un constante flujo de ánimo y certidumbre, quisiera al menos decirles que eso pasa con la edad y que con las años todo se hace más fácil y desaparecen las frustraciones y las ganas de hacer mejor las cosas y las trabajas para hacerlas, pero no...

Lo que llega a muchos es la apatía, la desilusión que devora y cede frente al cinismo o la abulia o la franca miseria.

Pero ese camino es peor, es amargo, siniestro, solitario...e igualmente frustrado.

El otro, el amor al oficio, las ganas de hacer las cosas mejor, la frustración ante las malas coberturas, ese no pasa. Las charlas interminables tratando de salvar al mundo, o al menos al cachito de mundo sobre el que nos tocó informar, las discusiones por los enfoques o las coberturas, los dilemas en torno al oficio, no acaban.

Los desvelos por la realidad frente a los sueños no acaban.

La incertidumbre sobre los riesgos y las certezas de nuestras decisiones siguen ahí.

La rutinaria pregunta sobre si debemos o no seguir apostando la vida a este negocio. Todo sigue ahí, así que mejor poner buena cara y acostumbrarse....

2 comentarios:

Raúl Ríos dijo...

Tienes razón, quien sobrevive a Diez años de periodismo en México seguramente ha tenido que pasar por muchas historias que lo han desencantado, frustrado y tal vez (ojalá), convertido en una mejor persona.

Por ahi alguna vez lei que el periodismo era una suma de nuestros pequeños odios y aunque en ese tiempo no lo entendí del todo, odiar y amar son sentimientos en simbiósis en la práctica de nuestro oficio.

Amar la justicia y sacar del odio el coraje para seguir adelante, con la miseria de instituciones que nos tocaron, nos ha tocado señalar sin ser jueces una realidad que nos pone la espalda contra la pared, ¿O la mordaza y el dinero y comodidad o la práctica de un verdadero periodismo de crítica?.

Pero dicen los viejos, antes era peor, al menos es un consuelo.

Que gusto leerte, tengo tu blog en mis feeds, así que lo leo frecuentemente, no tuve la suerte de ser tu alumno pero sí, desde este blog, asumirte como maestra.

Salud y libertad desde Chiapas.

Ricardo Otero dijo...

A esto llamo una inyección de ánimo...

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