El futuro del periodismo...II

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Periodismo ciudadano: ¿Una amenaza o un complemento al trabajo de los periodistas?

ESCUCHAR LA INTERVENCIÓN DE Adam GLENN - Ireporter.org

Formato MP3 (18.7 Mb) - Duración aproximada 13:35 minutos

Por último, Adam Glenn, introduce un debate abierto y muy polémico, especialmente para los que como el que suscribe colaboramos con diferentes medios “a la pieza”, los llamados free-lances. Créanme cuando les digo que este artículo, aunque no lo parezca, requiere un cierto trabajo, estructuración, una formación previa –no del todo demostrada, mis disculpas-, tiempo… ¿he dicho tiempo?… quería decir dinero, pues el tiempo empleado en escribir estas líneas significa dinero, una retribución que, caso de no existir, por motivos de estricta supervivencia debería obtener por otros medios –la hostelería siempre suele ser un buen recurso-. Pues bien, si a la conferencia de la que hoy les hablo hubieran asistido dos o tres personas que por afición –no retribuída- hicieran lo mismo que estoy haciendo yo ahora, contársela, ¿por qué me leerían a mí y no a ellos?. Efectivamente, les es indiferente a quién leer –pobre de mí- , siempre y cuando el producto tenga una cierta calidad. Y les es indiferente que la persona que escribe sea remunerada o no. Esta es una manera, un tanto tremendista y negativa, de ver las cosas. La otra es que, por lo general, el común de los mortales no se dedica a asistir a conferencias o a realizar entrevistas todos los días, a emplear varias horas al día a escribir sobre ello, y todo ello… gratis. ¿O sí?. Alguno hay, lógicamente vive en casa de sus padres, o tiene una situación económica acomodada –tiempo ha, los intelectuales eran aquellos cuya economía doméstica estaba resuelta de por vida y no tenían que preocuparse por tales problemas terrenales… ¿serán los bloggers los nuevos intelectuales del siglo XXI?. En cualquier caso, Glenn señala que hay que diferenciar el periodismo ciudadano del periodismo tradicional en términos de tiempo de elaboración y desarrollo. Pero al mismo tiempo, afirma y coincide con el profesor Sreenivasan, en que ha de observarse este fenómeno más que como una amenaza como un complemento al trabajo periodístico. Los ataques terroristas en el metro de Londres del pasado verano fueron prácticamente retransmitidos en tiempo real gracias a las fotos de los teléfonos móviles de muchos ciudadanos. Y fueron publicadas en la televisión y en los medios on-line junto con sus testimonios. Por otra parte, hay información para la cuál los periodistas no tienen tiempo, pero que puede resultar de sumo interés (conferencias especializadas de acceso restringido por ejemplo). Y por último, por qué no, el cierto anonimato del blog y sus millones de puede resultar un directorio interminable de posibles “gargantas profundas” –y entiéndame bien- que localizados y contactados de manera adecuada pueden proporcionar datos que de otra manera jamás saldrían a la luz. No ya porque revelen documentos secretos, sino porque simplemente hay detalles de tal especifidad técnica que a un periodista pueden pasarle totalmente desapercibidos, pero que a especialistas que emplean horas en comentar el mismo tema les resultan obvios. Especialistas como los técnicos aéreos que en plena campaña electoral del candidato demócrata a la Casa Blanca John Kerry, descubrieron y anunciaron en sus blogs un vuelo supuestamente secreto –por motivos estratégicos-, un día antes de que fuera publicado en los principales medios de comunicación. No se engañen, los bloggers son seres humanos como usted y como yo, con sus intereses particulares y sus sesgos de opinión. Pero del mismo modo que sin conocerme en absoluto le está dando cierta credibilidad a lo aquí escrito, por el lugar donde está escrito y por mis artículos anteriores, hoy por hoy un blog puede adquirir el mismo nivel de confianza y con mucha mayor rapidez. La diferencia radica pues en el tiempo empleado para contarlo y el desarrollo del escrito. Pero tal como está planteado el Periodismo hoy día, especialmente el digital, en el que prima la velocidad para transmitir un contenido sobre el desarrollo del mismo, cada vez es menor la diferencia entre que sea usted quien cuente la última hora desde el Capitolio en Washington, o que sea yo. Al fin y al cabo, a día de hoy contamos prácticamente con las mismas herramientas técnicas. La clave para el futuro es pues, según Glenn, la interacción. Y ante el exceso de información y la dudosa fiabilidad de los contenidos, quizá el nuevo papel de los periodistas sea el de verificadores y comunicadores de lo que ustedes nos cuentan, antes cuando les preguntábamos por teléfono o en persona y, a partir de ahora, cuando accedamos a sus blogs. Pero ¿acaso no ha sido siempre esa nuestra función?. Quizá sea éste el momento de retomarla."

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